Lupita Rodríguez Martínez
Monterrey.- Para quienes integramos la Septuagésima Quinta Legislatura del Congreso del Estado de Nuevo León, resultó una gran distinción otorgar la Medalla de Honor ‘Fray Servando Teresa de Mier’ a dos personalidades que honran verdaderamente la vida y la obra de nuestro Padre Mier.
Por sus acciones notables al servicio de nuestra comunidad, por su trayectoria ejemplar, por sus actos relevantes y sus méritos eminentes, una mujer y un hombre se hicieron acreedores a la Medalla de Honor instituida por el Congreso del Estado para conmemorar a Fray Servando cada aniversario de su natalicio, que en esta ocasión fue el 253.
En la vida se cosecha lo que se siembra con mucho trabajo, amor, responsabilidad y perseverancia. Tal es el caso de Liliana Melo de Sada y de Carlos Maldonado Quiroga, galardonados con la Medalla por representar las mejores expresiones de la cultura y de la solidaridad, por dedicar su talento para servir a los demás y por mantener la mística del trabajo, del esfuerzo y, sobre todo, de la intrepidez que caracterizó a Fray Servando.
Liliana Melo de Sada y Carlos Maldonado Quiroga son personas tenaces, que saben construir y lo hacen con gusto por nuestra comunidad nuevoleonesa. Desde muy jóvenes comenzaron a aportar a la comunidad y a partir de entonces asumieron una misión en la vida, por lo que a través del servicio a los demás y de su caminar han dejado huella indeleble en la sociedad. Ambos comprometiendo su tiempo y su vida ardua y amorosamente, de manera persistente y tenaz, con una firmeza consistente y consecuente.
Como promotora de la cultura y de las artes, Liliana Melo de Sada es un ícono dentro y fuera de Nuevo León. Gracias a los alcances de sus esfuerzos, más de seis millones de personas han disfrutado de los eventos culturales y artísticos organizados por ella, ya sea como fundadora, consejera o promotora del Museo del Vidrio, del Ballet de Monterrey, de la Escuela Superior de Música y Danza, del Conservatorio de las Rosas de Morelia, del Museo de Arte Popular de la Ciudad de México, del Museo Nacional de Historia Castillo de Chapultepec, del Museo de Arte Contemporáneo, del Museo del Desierto de Saltillo y del Consejo para la Cultura y las Artes de Nuevo León.
Asimismo, como consejera del Tate Gallery de Londres, del Museo Louvre de Paris y del Instituto Cultural Mexicano de Nueva York, así como del Consejo de Restauración del Viejo Acapulco y del Paseo de la Mujer Mexicana en el Parque Fundidora, pero sobre todo del Festival Internacional de Santa Lucía, el cual tras diez años lo dejó de presidir este 2018.
Al igual como Liliana Melo, pero por sus acciones solidarias y altruistas hacia las personas y comunidades más necesitadas, particularmente a los grupos indígenas y a las personas con discapacidad, Carlos Maldonado Quiroga recibió la Medalla de Honor por ser un líder en su trayectoria empresarial y de servicio a la comunidad. Así lo comprueban el recibir la Presea ‘Pedro Maiz’ que le otorgó la Cámara Nacional de Comercio y Turismo de Monterrey, el Reconocimiento por Labor Social de la Facultad de Medicina de la UANL, el Premio al Desarrollador del Año de Hoteles para México y Latinoamérica por la cadena Inter Continental Hotels Group, el Premio Sertoma Nacional, el Premio ‘Alberto Santos de Hoyos’ y el Reconocimiento Rotario a la Responsabilidad Social ‘Dr. Carlos Canseco’.
Por brindar apoyo al Instituto Nuevo Amanecer desde hace varios años, el ITESM lo reconoció con el Premio Humanitario ‘Luis Elizondo’, mientras que la UANL lo distinguió con la Medalla Dr. José Eleuterio González ‘Gonzalitos’. Pero, lo más admirable es su labor a través de la Clínica Asistencial Esquipulas, que atiende a personas indígenas y migrantes, la cual se gestó en medio del movimiento zapatista de 1994 y que ofrece medicina general, oftalmología, ginecología, odontología, farmacia, pediatría, nutrición, psicología, rayos x, telemedicina y brigadas médicas a las comunidades indígenas de Chiapas, atendiendo a más de 30 mil personas al año.
Como representantes populares tenemos muy claro que reconocer el esfuerzo de las mujeres y de los hombres nuevoleoneses se debe volver un hábito, no solamente porque honrar nos honra, sino porque moralmente estamos obligados a reconocer el talento, la iniciativa, el sacrificio y el entusiasmo de quienes en los diversos campos de la vida luchan cada día por llegar un poco más allá de donde llegamos todos.
Liliana Melo de Sada y Carlos Maldonado Quiroga son líderes que transforman nuestra comunidad y sus acciones son paradigmas en los que la ciudadanía de Nuevo León y todos nosotros nos debemos inspirar.